Es un lugar especial para recorrer y dejarse llevar por las muchas sensaciones que alberga. La Villa es ideal para realizar distintas actividades, como trekking, parapente y hasta buceo.
En mapuche, “traful” significa “unión” o “junta” en alusión a la confluencia de los ríos Traful y Limay. A comienzos de 1900, llegaron los primeros pobladores de lo que terminaría convirtiéndose en Villa Traful. En su mayoría eran de origen mapuche, pero también hubo algunos norteamericanos entre ellos. Su objetivo era vivir en paz del cultivo de la tierra y la ganadería. En 1934 se fundó la primera escuela, mientras que en 1936 se produjo la fundación oficial de la Villa, por parte de la Administración Nacional de Parques Nacionales. En 1969 se creó la Comisión de Fomento. Así fue cómo las primeras obras de infraestructura llegaron a la Villa: energía eléctrica, Puesto Sanitario, Destacamento Policial, Albergue Escolar, etc. En 1994 se logró la desafectación de la Villa al Parque Nacional, lo que permitió desarrollar un modelo de aldea basado en “el desarrollo sustentable, con una muy baja densidad poblacional”.
Se ubica en la provincia de Neuquén, sobre la Costa sur del lago Traful. Por tener al Parque Nacional Nahuel Huapi como escenario sus paisajes son de exuberantes y variados colores, y cubren durante todo el año a la Villa de tonalidades asombrosas.
Villa Traful está rodeada de bosques de coihues. En su vegetación predomina la lenga, mientras que el toque extra de color que dan las flores está a cargo de ejemplares de lupino, chilco, topa topa, mutisia y amancay. La arquitectura de sus viviendas se caracteriza por el modelo andino, donde el uso de la piedra y la madera son preponderantes. Es un lugar especial para recorrer y dejarse llevar por las muchas sensaciones que abriga. La Villa es especial para realizar trekking, además disfrutar del mirador situado sobre la margen sudeste del lago Traful que permite disfrutar de la vista compuesta por el lago y los cerros.
Para realizar paseos lacustres y buceo, se cruza el lago en dirección N.O. hasta la Península Grande y se navega desde allí por la margen norte unos 2000 m. hasta unos acantilados que caen a pique sobre el lago. Desde aquí se puede conocer el bosque sumergido, compuesto por más de medio centenar de cipreses secos y sin follaje, que nacen en el fondo del lago y en algunos casos asoman la cabeza por encima de las aguas, dejando ver su color gris claro. En viajes organizados, grupos de buzos descienden 30 metros bajo el nivel de la superficie para recorrerlo. Una vez en este lugar no puede dejar de visitarse la Gruta de la Virgen, de 7 metros de alto sobre roca basáltica, galerías con estalactitas, paredes blancas por la presencia de sales y abundante vegetación silvestre de variados colores.
En la Pesca se destacan los ríos Machónico y Pichi Traful, el lago Traful y el arroyo Catarata. Las especies que pueden encontrarse son el salmón encerrado, trucha arco iris, marrón y fontinalis. El lago Traful además es ideal para la práctica del windsurf. En la zona de la Villa los vientos alcanzan una velocidad de entre 22 a 30 km por hora, muy propicio para realizar parapente.