Rojos cañones, cerros, barrancos, llanos y rocas. Espejos de agua en la precordillera. Todos marcan imprescindibles recorridos de la provincia riojana.
La Rioja propone recorridos imprescindibles como Patquía, ciudad de tierras rojas fundada en 1890. La antigua población, hoy abandonada, se llamaba Villa Patquía, En el siglo pasado el lugar fue asiento de las fuerzas del general Angel Vicente Peñaloza (El Chacho) y residencia de Facundo Quiroga.
Luego se puede seguir por Olta; lugar que posee numerosos fósiles y está situado al pie de las sierras. Zona de gran belleza por sus diques, quebradas y balnearios. Calles sombreadas y pequeñas quintas. Después, se continúa el camino hasta llegar al Parque Provincia Guacamayo, donde lo forestal obnubila por su hermosura.
Por otra parte, resulta una necesaria visita estética el Cañón de Talampaya, una de las principales bellezas naturales de la Argentina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; y la zona de Nonogasta donde la colorida geografía riojana se une a un panorama espectacular de las cumbres nevadas del Famatina; si además se accede a la cumbre de la colina de Tama.
Cañones, cerros, barrancos, llanos y rocas, en azules, verdes y rojos, sumados a paradisíacos espejos de agua en la precordillera, marcan fascinantes recorridos de la provincia riojana. Estas estampas marcan vestigios de una historia indígena y colonial que resulta imposible olvidar.