Arequipa resulta un viaje ideal para conocer monumentos coloniales, realizar turismo al aire libre y formar parte de culturas vivas.
Arequipa, también conocida como la Ciudad Blanca se sitúa en la región andina sur de Perú, al pie del volcán Misti.
Esta zona se encuentra abrazada por una admirable y pastoril campiña de gran extensión. Esta se conecta con el emblemático Valle del Colca y otras relevantes áreas naturales como el Cañón del Colca y la especial Aguada Blanca.
Pero también existen otras obligadas visitas, y son la majestuosa Reserva Nacional de Salinas y Las Lagunas de Mejía. Estas últimas merecen la toma del tiempo necesario para su debido recorrido y disfrute.
La urbe de Arequipa se presenta ante los ojos como un óleo colonial. Así, su arquitectura mantiene la coherencia estilísticas en todas sus construcciones: monasterios, iglesias y casas.
Además, no solo es una zona medular en la historia peruana, sino mundial. Es por esto que resulta un destino necesario para el contacto con la naturaleza a través aventura y una gastronomía de primer nivel. Aunque el interés especial deberá estar puesto en sus numerosas expresiones culturales, ya que este impensado centro histórico ha sido denominado Patrimonio Cultural de la Humanidad.