Aunque de tamaño pequeño, Islandia es un formidable líder mundial en el aprovechamiento de la energía limpia y renovable. La pequeña isla genera su energía a partir de solo dos fuentes sostenibles: energía hidroeléctrica, extraída de vías fluviales y glaciares; y geotérmica, que es alimentada por las 600 aguas termales naturales del país.