En Venezuela, el Cerro Ávila no solo se encuentra envuelto por selvas y cataratas, sino que es un territorio medular para la tradición de la Ciudad.
Al cerro Ávila, los indígenas lo llamaron en un principio Guaraira Repano (Sierra Grande). Esta montaña con bosques y límpidos saltos de agua, se ubica al norte de Caracas y separa a esta ciudad de las playas del Litoral del Centro.
El Majestuoso Parque Nacional El Ávila, se alza frente a la población. Este sitio a través de los años ha sido la causa de creaciones musicales, literarias y demás expresiones artísticas de hombres de todo el mundo. Esto es porque Ávila se encuentra envuelta en un halo enigmático colmado de leyendas.
Esta bella geografía venezolana está situada en el área Centro-Norte de Venezuela, dentro del trayecto medular de la cordillera costera. La grandiosa montaña tiene una extensión de más de ochenta kilómetros, y un ancho de dieciséis kilómetros aproximadamente. La pendiente del norte de este Parque se toca con el litoral y la pendiente sur con Caracas, Guatire, Guarenas y otras poblaciones.
El clima en esta zona resulta inmensamente variado. Por ejemplo, en el valle de Caracas, por la pendiente sur se registran temperaturas anuales de unos 21 a 22 ºC aproximadamente. En tanto que a la altura del mar, por la pendiente norte, la media anual es de 27 ºC. Pero es así también, que en sus crestas más elevadas el registro ha estado por debajo de los 0 ºC.
Sin lugar a duda, El Ávila es uno de los hijos de este hábitat, más significativos que ha persistido fuerte e intacto a través del tiempo. En su valle fue donde en 1567 se fundó Caracas. Años más tarde, en 1575, el Alférez Mayor de Campo, Gabriel de Ávila, dispone sus posesiones en este cerro e inspira el nombre con el que hoy se lo conoce.
Pero fue recién en 1958 cuando la junta provisional de gobierno, le dio al cerro Ávila la categoría de Parque Nacional, con una superficie de 66.192 hectáreas. Posteriormente, en 1974 se amplió su área, quedando en 85.192 hectáreas.