Ordenada por el Emperador Qin para defender a su reino contra las tribus invasoras, hoy es considerada Patrimonio de la Humanidad.
La construcción de la Gran Muralla China fue ordenada por el Emperador Qin, durante la Dinastía del mismo nombre, para defender a su reino contra las tribus nómades merodeadoras. Esta edificación continuó a través de las sucesivas dinastías chinas. El fragmento de la muralla que permanece hasta hoy, formaba parte de la Ruta de la Seda y fue construida durante la Dinastía Ming y se extiende por unos 6.350 kilómetros.
Durante siglos, los ejércitos se acuartelaron a lo largo de la muralla para advertir cuanto antes una posible invasión y proveer una primera línea de defensa. Contrario a lo que puede creerse, su propósito no era tanto el de impedir la entrada a China de las tribus nómades del norte y los manchúes, sino el de evitar que robaran propiedades y escaparan de China.
Después de la formación de la Dinastía Qing, la muralla no tuvo ningún uso funcional, ya que el país se encontraba entonces gobernado por la misma gente a la cual se quería mantener alejada con la construcción del muro. Entonces, se convirtió en una fuente de materiales de construcción para aldeas y pueblos cercanos, que contribuyeron a su deterioro y destrucción.
Su magnitud y la historia detrás de su construcción han hecho que sea considerada como una de las siete nuevas maravillas y declarada en 1987 por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Mucho tiempo se creyó que la Gran Muralla China era la única construcción visible desde la luna, e incluso trascendió en libros de textos chinos. Esto ha sido descartado por expertos, que señalan que la construcción es más delgada aún que muchas carreteras. No obstante sí ha sido vista y fotografiada desde el espacio, aunque se requiere buen clima, iluminación idónea y saber a dónde debe dirigirse la mirada.
La parte visitada por los turistas está preservada e incluso algunos trayectos se han reconstruido. Pero debido a su gran tamaño la mayor parte está descuidada y sirve de fuente de piedras para construcción de casas, para espacio de juego y hasta graffitis. Existe una Asociación Gran Muralla China cuyo fin es preservar este monumento de enormes proporciones.