Es imposible visitar Italia y no desear volver. Siempre es necesario regresar para visitar un paisaje, degustar una comida o admirar una escultura. Es el hogar de los más grandes escultores y pintores de todos los tiempos. Y un país muy difícil de clasificar por la diversidad que ofrece, ya que en cada rincón podemos descubrir algo.
La República Italiana o Italia, es un país de la Unión Europea. Su territorio se basa en una Península que se extiende hacia el Mar Mediterráneo, donde junto con sus dos principales islas, Sicilia y Cerdeña, crea masas acuáticas importantes, como el Mar Tirreno al noroeste, el Mar Adriático al noreste y el Mar Jónico al sudeste. En la zona del norte está bordeado por los Alpes, donde limita con Francia, Suiza, Austria y Eslovenia. Además los estados independientes de San Marino y Ciudad del Vaticano se encuentran enclavados dentro del territorio italiano.
El país ha sido hogar de grandes culturas como los Etruscos y los Romanos y también cuna del movimiento Renacentista, con inicios en la región de Toscana y que pronto se extendiera por toda Europa. La capital de Italia, Roma, durante siglos ha sido el centro político, religioso y cultural de la civilización occidental.
El arte italiano es símbolo del país, contando entre sus protagonistas a los más grandes pintores y escultores de todos los tiempos. Tal vez una de las mayores atracciones de Italia sea su gente, alegre, extrovertida y apegada a una cultura de tradiciones familiares. El país con su gastronomía ha sabido conquistar los paladares del mundo con las pizzas, pastas y cremosos helados.
La península itálica de extensas costas es un destino soñado por los turistas de todo el planeta que llegan para formar parte de una historia: ser un gladiador romano en el Coliseo, un romántico en los canales venecianos, un mecenas en Florencia. Pero muchos se olvidan de uno de los mayores encantos de Italia sus ciudades amuralladas. Estos pueblos, que fueron una fortaleza para sus ciudadanos, esconden detrás de sus paredes la verdadera cultura italiana, la comida casera y el folclore a flor de piel.
El clima italiano es muy caluroso en verano, sobre todo en el sur, donde las temperaturas nocturnas son muy altas. Los inviernos son muy fríos y húmedos en el norte y en la zona montañosa.