El gobierno británico debe considerar la reforma de los aranceles de los pasajeros aéreos en vuelos nacionales como parte de un plan para salvar a Flybe del colapso.
La aerolínea regional a principios de esta semana se negó a comentar sobre las especulaciones sobre su salud financiera, promoviendo más preguntas.
Flybe opera más de la mitad de los vuelos nacionales del Reino Unido fuera de Londres y ofrece conectividad única a los aeropuertos regionales.
La compañía con sede en Exeter transporta alrededor de ocho millones de pasajeros al año desde aeropuertos como Birmingham, Manchester, Southampton, Belfast City, Cardiff y Aberdeen, al Reino Unido y Europa.
Sin embargo, a pesar de una reciente adquisición por parte de un consorcio liderado por Virgin Atlantic y Stobart Air, aún quedan dudas sobre su viabilidad financiera.
Un aplazamiento de la factura de impuestos de Flybe para pasajeros aéreos le permitiría a la aerolínea diseñar un nuevo plan de rescate y potencialmente asegurar más de 2,000 empleos.
Al aplicar el movimiento a toda la industria, el gobierno evitaría violar las normas de ayuda estatal de la UE.
Se cree que la medida podría ahorrarle a Flybe hasta £ 100 millones en tres años.
El impuesto a los pasajeros aéreos se cobra en todas las salidas desde los aeropuertos del Reino Unido con un peso determinado.