El turismo enológico en la Argentina, que recorre los Caminos del Vino de este país, creció un 142% en los últimos cinco años y abarcó a más de un millón de personas en el 2008, según un estudio sobre el desarrollo de este segmento.
Este Turismo de Bodegas se extiende por ciudades como Mendoza y sus alrededores (como Luján de Cuyo, Maipú, la zona de Valle de Uco, entre otras); más al sur de esta provincia en San Rafael; también el Turismo del Vino llega a San Juan, La Rioja con Chilecito, Salta con la zona de Cafayate, Catamarca, Córdoba, Neuquén y Río Negro gracias a zonas como Gral. Roca.
La Comisión Nacional de Turismo Vitivinícola indicó que las bodegas preparadas para acoger al turismo fueron visitadas en 2004 por 422.896 personas. La grata sorpresa se dio al informar la cifra del año pasado -2008-, en el cual el número ascendió a 1.023.581.
«Este trabajo muestra el gran dinamismo del sector turístico dentro del mundo vitivinícola. El desafío es seguir creciendo y fortaleciendo los Caminos del Vino», resaltó Angel Vespa, presidente de Bodegas de Argentina, al presentar el resultado del estudio.
Mendoza, la provincia (oeste) con mayor cantidad de bodegas que pueden ser visitadas de la Argentina, concentra el 72% del total de “enoturistas”. Le siguen Salta (noroeste) con 10,3% y San Juan con 8,5%.
También su anunció que del total de bodegas de los Caminos del Vino (en el 2004 se contaba con sólo 62, este número escaló a llegar en la actualidad a 163), 128 pertenecen a capitales argentinos y el resto a inversiones españolas, francesas, holandesas, portuguesas, chilenas y estadounidenses, entre otros.