Mediante una importante gestión conservacionista llevada a cabo por el departamento de Parques Nacionales de Australia, estaría a punto de aprobarse una prohibición a la entrada de los turistas que les permite -al momento- llegar hasta lo alto del famoso monolito Uluru (también conocido como Ayers Rock).
Uluru es sagrado para los aborígenes australianos (Anangu) y en el año 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Esta formación rocosa está ubicada en el centro de Australia y constituye una de las mayores atracciones naturales.
El Parque de Uluru-Kata Tjuta, dónde se encuentra Uluru, es visitado por 350.000 personas cada año y gracias a esta iniciativa se estaría minimizando el impacto que ejerce el turismo sobre este importante entorno natural.
Los Anangu habitan en la zona con la misión de custodiar al monolito, por lo que nunca han estado de acuerdo en que forasteros asciendan caminando hasta esta formación rocosa, para ellos sagrada, que se eleva 348 m sobre el terreno circundante
Por parte del gobierno de Australia, hasta el momento sólo se les había pedido claramente a los turistas que consideren las creencias aborígenes, y disfruten del Parque de Uluru-Kata Tjuta contemplando el paisaje magnífico, recorriendo la zona y fotografiando al Uluru en sus cambios de tonalidad de acuerdo a la inclinación de los rayos solares.