Un avión de la aerolínea ANA tuvo que regresar al aeropuerto de Sapporo en Japón debido a una grieta en el parabrisas de la cabina. Aunque no es el mismo modelo que sufrió el incidente con Alaska Airlines, es del mismo fabricante que está siendo investigado por la FAA. El vuelo aterrizó de manera segura y no hubo heridos. La compañía aérea dijo que es probable que tengan que reemplazar todo el parabrisas, pero afortunadamente no hubo problemas de presurización ni control del vuelo en riesgo. La FAA está reforzando la investigación a Boeing debido a problemas de fabricación en el modelo B737-9 MAX. El administrador de la FAA, Mike Whitaker, ha señalado que el nuevo MAX 9 tiene «problemas significativos» y se cree que hay otros problemas de fabricación.
Con informacion de AFP News, Reportur y Telam
