Etchojoa, una pequeña ciudad ubicada en el estado de Sonora, al noroeste de México, es un destino turístico fabuloso para los amantes de la buena comida y el turismo cultural. Además de contar con una naturaleza envidiable, esta ciudad cuenta con una amplia oferta gastronómica que se adapta a todos los gustos y bolsillos. Aquí, encontrarás desde pequeños locales que venden comida callejera hasta restaurantes de lujo y con renombre.
Si eres un amante de la comida auténtica mexicana, no te puedes perder la oportunidad de probar algunos de los platillos más emblemáticos de Etchojoa. Aquí te dejamos nuestra guía para que descubras los mejores lugares para comer y qué no puedes perderte de la comida mexicana.
1. Carne asada estilo Sonora
Este es un platillo muy popular en todo el estado de Sonora, pero en Etchojoa hay varios lugares que merece la pena visitar para probar la mejor carne asada. Se trata de una carne a la parrilla, generalmente de res, servida con tortillas de maíz recién hechas, frijoles refritos, queso fresco y salsa. Muchos restaurantes locales tienen este platillo en su menú, pero te recomendamos ir a Casa de la Carne Asada, un lugar bastante concurrido por locales y por turistas.
2. Tacos de camarón
El camarón es un ingrediente muy popular en la región de Sonora, razón por la cual los tacos de camarón son una delicia que no puedes perderte de probar en Etchojoa. Estos tacos se elaboran con camarones frescos, cebolla y cilantro. Los encontrarás en prácticamente toda la ciudad, pero si deseas probar los mejores, te recomendamos visitar Los Mariscos del Río.
3. Pozole
El pozole es otro de los platos típicos de la región y es un platillo muy agradecido entre los visitantes. Es una sopa espesa a base de maíz, carne de cerdo y chiles secos. Se acompaña con rábano, cebolla, lechuga, orégano y limón. Se puede encontrar durante todo el año en muchos restaurantes, pero se recomienda ir a la Taquería Los Coyotes.
4. Tamales
Uno de los platillos más conocidos de la gastronomía mexicana y a su vez uno de los más variados, son los tamales. En Etchojoa los puedes encontrar de cerdo, de pollo, de camarón e incluso vegetarianos. Ve a Tamales Las Chalupas, un lugar económico y reconocido en la región.
Una vez saciada la sed culinaria que nos invita a recorrer los rincones de la ciudad, hay muchas opciones para continuar descubriendo los encantos de Etchojoa. Aquí te dejamos algunas sugerencias:
1. Visita la plaza principal
La plaza principal es el corazón de la ciudad y es donde se encuentran las construcciones más antiguas, como la iglesia de San Francisco, que data del siglo XVIII. Es un lugar ideal para caminar, tomar fotografías y disfrutar de la vida cotidiana de los habitantes de Etchojoa.
2. Tour por el Río Mayo
El río Mayo es uno de los principales atractivos turísticos de la región. Las actividades más populares son el rafting y el kayak. Además, a lo largo del río se encuentran numerosos sitios turísticos como la cascada El Salto, uno de los puntos turísticos más visitados de Etchojoa.
3. Hasta la Huerta de Don Cuca
El jardín etnobotánico Don Cuca es un increíble huerto ubicado en la carretera Etchojoa-Masiaca. Este lugar cuenta con una gran variedad de especies de plantas y árboles frutales característicos de la región, te recomendamos hacer una visita guiada y probar los deliciosos productos que ofrecen.
4. Mercado Municipal de Etchojoa
Por último no puedes irte sin conocer el Mercado Municipal de la ciudad, es uno de los principales centros de compras de la región y además de encontrar productos regionales y artesanías aquí se puede observar la vida local y las innumerables delicias que ofrecen los puestos de comida.
En resumen, Etchojoa es sin duda una parada imperdible si eres amante de la buena comida y el turismo cultural, ya que ofrece una amplia variedad de platillos típicos mexicanos. Además de la gastronomía, encontrarás numerosos lugares de interés en la ciudad, así como actividades al aire libre y un ambiente impregnado de cultura y tradición. ¡No dudes en incluir Etchojoa en tu próximo itinerario de viaje, la experiencia culinaria no tiene comparación!